¡Buenas amatxus!
La llegada del verano trae consigo algunas cosas inevitables: la crema de sol, las gorras, las ensaladas, las sandalias y .... ¡los helados!
Mi niña es una loca de los helados y este verano ya se ha tomado unos cuantos en versión mini (estos que venden en el super de diferentes sabores en un tamaño más reducido) y la verdad es que me he puesto a investigar un poco sobre este postre que trae el buen tiempo. ¿Qué tal es la relación niños-helados?
Curiosidades de los bebés y los helados:
- Al contener productos lácteos, no son recomendables para niños menores de un año.
- Debemos tener cuidado con los frutos secos. Ya sabéis que muchos helados contienen avellanas o cacahuetes, por ello debemos evitar que nuestros peques tomen aquellos helados que contengan este tipo de alimento.
- No nos pasemos con la cantidad de helados. Al final tienen más o menos unas 200 calorías, lo mismo que una merienda, así que debería ser un aperitivo ocasional siempre y cuando mantengamos una dieta equilibrada.
- Hay que pensar en que los helados industriales tendrán bastantes aditivos e ingredientes adulterados. Siempre que se pueda mejor elegir helados artesanales que contienen menos copuestos químicos.
- Y sobre todo... ¡disfruta de los churretes y los lametones que va a pegar tu niño! jajaja
Anda que no nos hemos reído en casa....
Ahora las marcas de helados apuestan por diseños molones para los niños. Como este de Frigo, el Tornado con sabor a algodón de azúcar que tiene un silbato en el palo ¡seguro que todos los niños se vuelven locos porque tiene esta diferencia! Y como son de crema, son más aptos para los peques.
La verdad es que tienen muy buena pinta!
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