Los primeros días en casa fueron muchísimo mejor de lo que me
esperaba, pensaba que éramos tan novatos que no nos íbamos a arreglar bien y
que nos íbamos a agobiar, pero fue muy bien. Hombre, todos tenemos al principio
un montón de dudas en plan ¿lo estaré haciendo bien? ¿le pasará algo a la niña?
¿comerá lo suficiente? ¿esta caquita es normal? Lo importante es tomárselo por mucha calma y mentalizarse de que se está en periodo de adaptación, porque sino te puedes llevar muy malos ratos, agobiarte y hacerse muy duro: paciencia y calma, que no empañemos los recuerdos de esos primeros días por ese desasosiego!!!
Desde un principio la niña nos dormía un
mínimo de 4 horas, así que mi marido y yo nos turnábamos para poder dormir unas
cuantas horas seguidas, cosa muy importante el poder estar descansados. Lo que
le costaba era conciliar el sueño, ¡¡todavía recuerdo las veces que poníamos el
proyector con musiquita por las noches porque la relajaba y se dormía!! Además
dormíamos con una lucecita encendida, porque si la apagábamos y estaba todo a
oscuras se ponía a llorar como una desconsolada.
En esos días fue cuando empezamos a
conocernos mutuamente, fuimos aprendiendo poco a poco a diferenciar sus lloros,
sus expresiones, sus gestos para saber si tenía sueño…
Yo a raíz del parto tuve ciática, y casi
no podía moverme ni coger a la niña en brazos sin sentir mucho dolor, menos mal
que para algo se inventó la baja de paternidad que si no…jajaja, y ahí estaba
el aitatxu preparado para cuidar a su niña.
En las clases de preparación al parto y
otras parejas que ya tenían niños nos habían hablado muchas veces del agobio de
las visitas, porque nada más llegar a casa todo el mundo quería venir a conocer
a la peque y a visitarnos. La verdad es que la familia y amigos se portaron, y
fueron viniendo escalonadamente y pidiéndonos permiso para venir o pidiendo
“cita”, así que la situación fue bastante llevadera.
Comenzamos a mentalizarnos de que éramos
padres, porque no creáis que te la ponen encima en el hospital y ya está, esto
requiere todo un proceso de asimilación, no es lo mismo imaginarlo que la
realidad. Y aprendimos a cambiar pañales con cierta soltura, bañar a la
chiquitina, cogerla en brazos con comodidad, darla de comer, vestirla…
Al principio te pasas todo el día con la
bebita, aunque solo sea mirándola, así que luego te faltan horas para hacer mas cosas. Luego poco a poco te vas organizando y
te da tiempo a todo, pero como os he dicho antes, con calma, no pasa nada porque tu casa esté mas desordenada que de costumbre o tengas la lavadora sin poner, lo importante es disfrutar del momento, disfrutar de tu bebé y de tu recién estrenada maternidad. Consejo: Como los bebés al principio duermen mucho hay que
aprovechar sus siestas para dormir, hacer las tareas de casa y disfrutar de un
poco de tiempo libre para ti, porque nunca hay que olvidar que además de padres
somos personas y también tenemos nuestras necesidades propias.
¿Qué tal fueron vuestros primeros días con
vuestros bebes? ¿Os sentíais tan novatas como yo?
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