29 sept 2014

Anécdota de mi primera visita al pediatra

Ahora que tenemos estos cambios de tiempo tan raros, y que pronto empezará el fresquito os voy a contar una anécdota que me pasó con mi hija.
Hace un tiempo ya, fuimos por primera vez a la pediatra, sin contar los controles normales de peso, talla...Mi niña llevaba unos días con catarro y moquitos, y yo no le había dado mayor importancia, pero un día se levantó especialmente congestionada, tosiendo muchísimo con flemas y con muchos mocos, y la pobre parecía que se ahogaba, así que la llevé donde su doctora.
Me dijo que no era nada, tenía la garganta y los oídos bien, solo estaba molesta por los mocos y la congestión, y nos dijo que le pusiéramos algo debajo del colchón para que durmiera con la cabeza un poco mas elevada y que le hiciéramos lavados nasales. Para que veáis lo amatxu novata que soy ¡¡no sabía cómo se hacía eso!! Y me lo tuvo que explicar paso a paso y con demostración incluida, poniendo cara de sorpresa por mi desconocimiento ¿todo el mundo sabe cómo se hacen los lavados nasales? porque yo no lo sabía!!! por si hay alguna amatxu un poco perdida con el tema, como lo estaba yo os explico, no es más que echarle suero salino fisiológico por una fosa nasal para que los mocos se diluyan, y vayan al sistema digestivo para eliminarlos, o que le salgan por la nariz, la cosa es que salgan por algún lado y no se le queden ahí atascados, y luego por la otra fosa nasal. No lo pasan muy bien, pero es necesario.



Además también me explicó otra cosa que no sabía: no se debe usar el sacamocos mas que en momentos puntuales en los que esté tan obstruido que no se puedan hacer lavados, ya que en los bebés podemos hacerles mucho daño en los oídos.
Así que ya sabéis, mas lavados y menos sacamocos.

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