15 jul 2014

Aquellos maravillosos veranos... en el pueblo

Yo he tenido la suerte de ser una niña "con pueblo" desde los 10 años. Mis padres compraron una casita con un poco de terreno en un pequeño pueblecito de La Rioja y desde entonces allí íbamos mis padres, mi hermana y yo casi todos los fines de semana y gran parte de las vacaciones escolares en verano. Es un pueblo muy chiquitín, rural, donde no había ni un bar hasta hace poco, y donde había toda la paz y tranquilidad del mundo. Tengo tan buenos recuerdos de mi niñez allí que para mi chiquitina quiero lo mismo.
Las que también tengáis pueblo sabréis perfectamente de lo que os hablo. Quiero que mi niña pueda andar en bici sin peligro de tráfico, que pueda aprender a patinar por el medio del pueblo, que vaya a coger luciérnagas, se suba a los árboles, haga casetas con los amigos, este por ahí jugando y venga a casa cuando se enciendan las farolas, se pueda tumbar en un campo a mirar las estrellas, pueda comer fruta directamente de los árboles, juegue a pillar o al esconde por todo el pueblo (sí, ya he dicho que era un pueblo muy pequeñito)...


Ahora, ya de adulta, cada vez que huelo a tierra mojada o a una chimenea de leña me acuerdo de mi pueblo, y vuelvo a rememorar esos instantes otra vez.

Este fin de semana hemos estado allí y haciendo buen tiempo la enana la goza en el jardín, y los aitatxus también!!! Así que a ver si de verdad comienza el verano y aprovechamos para hacer escapadas con unos amigos que tienen 2 niños (el pequeño se lleva 4 días con la mía) a nuestros respectivos pueblos, así los niños lo pasan bien, y los aitatxus además también tenemos compañía.

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