Yo he tenido
la suerte de ser una niña "con pueblo" desde los 10 años. Mis padres
compraron una casita con un poco de terreno en un pequeño pueblecito de La
Rioja y desde entonces allí íbamos mis padres, mi hermana y yo casi todos los
fines de semana y gran parte de las vacaciones escolares en verano. Es un
pueblo muy chiquitín, rural, donde no había ni un bar hasta hace poco, y
donde había toda la paz y tranquilidad del mundo. Tengo tan buenos recuerdos de
mi niñez allí que para mi chiquitina quiero lo mismo.
Las que
también tengáis pueblo sabréis perfectamente de lo que os hablo. Quiero que mi
niña pueda andar en bici sin peligro de tráfico, que pueda aprender a patinar
por el medio del pueblo, que vaya a coger luciérnagas, se suba a los árboles,
haga casetas con los amigos, este por ahí jugando y venga a casa cuando se
enciendan las farolas, se pueda tumbar en un campo a mirar las estrellas, pueda
comer fruta directamente de los árboles, juegue a pillar o al esconde por todo
el pueblo (sí, ya he dicho que era un pueblo muy pequeñito)...
Ahora, ya de
adulta, cada vez que huelo a tierra mojada o a una chimenea de leña me acuerdo
de mi pueblo, y vuelvo a rememorar esos instantes otra vez.
Este fin de
semana hemos estado allí y haciendo buen tiempo la enana la goza en el jardín,
y los aitatxus también!!! Así que a ver si de verdad comienza el verano y
aprovechamos para hacer escapadas con unos amigos que tienen 2 niños (el
pequeño se lleva 4 días con la mía) a nuestros respectivos pueblos, así los
niños lo pasan bien, y los aitatxus además también tenemos compañía.
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