Hace una semana que me incorporé de nuevo a mi
trabajo con mucha pena por tener que dejar a mi pequeñaja en la guarde y no
poder estar con ella. Se que en la guardería está fenomenal, y que se lo pasa
en grande pero…no está conmigo.
¿Os habéis parado a pensar lo mal que lo
tienen que llevar los papás teniendo que ir a trabajar tan pronto después de
tener un niño? Ufff, pobrecitos!!!
La baja de maternidad tenía que ser mas larga,
como en otros países de Europa, y anda que no nos queda nada por cambiar para
poder conciliar la vida laboral y familiar!!!
Esta semana ha sido muy extraña, se me ha
pasado volando, y parece que no he hecho nada en todos estos días. En el
trabajo he estado bien, como siempre, aunque cansadísima (se nota la falta de
costumbre jajaja) y las tardes se me hacen cortas para estar con mi niña. Además
tengo la sensación de que me voy a perder muchas cosas, cuando empiece a
gatear, andar… y me da mucha penita.
El tiempo que estoy en casa quiero dedicárselo
por entero a la chiquitina y no hago nada mas, todavía tengo que ir adaptándome
y organizándome para poder hacer otras cosas.
Lo único bueno de todo esto, es el
recibimiento que me hace la enana cuando me ve al mediodía, se pone contentísima,
muy nerviosa y hace aspavientos para que la coja en cuanto entro por la puerta,
sin darme tiempo ni a dejar ni el bolso. En esos momentos ¡¡me la comería a besos!!
Habrá que ir acostumbrándose a esta nueva
rutina, porque a partir de ahora va a ser así siempre ¡¡qué ganas tengo ya de coger vacaciones y
acabo de empezar!! Jajaja.
¿Cómo llevasteis vosotras la incorporación al
trabajo?
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