Me acuerdo que hace
tiempo te decían que no podías bañar a tu bebé hasta que se le hubiese
caído el cordón umbilical, hoy en día no es el caso, puedes hacerlo en cuanto
llegas a casa si quieres. Nosotros la bañamos por primera vez cuando tenía 6
días de vida, era muy chiquitina y le sobraba media bañera!!! Jajaja, hace unos
días estuve viendo las fotos de ese primer baño, y hay que ver cómo crecen y
cómo les va cambiando la carita.
Pusimos un calefactor en la cocina para hacer microclima,
porque la íbamos a bañar encima de la mesa, y no queríamos que al salir del
agua tuviese frío (nació en noviembre). Preparamos todo lo necesario, jabón,
cremita para el cuerpo para luego, dodotis, pijama, toalla… Mi marido iba
llenando la bañera mirando el termómetro sumergible para no poner el agua ni
demasiado fría ni demasiado caliente, recordad que tiene que estar entre 35 y
37 grados, y que no debe haber mucha cantidad de agua. Y yo de mientras iba
desvistiendo a la niña.
Llegó el momento de la verdad, la metimos en el agua poquito
a poquito y…¡¡se puso a berrear como una loca!! ¿¿Pero no se suponía que
después de estar 9 meses flotando en líquido el baño le tenía que gustar?? Al
principio no sabíamos muy bien cómo sujetarla y moverla (menos mal que teníamos
el adaptador para recién nacidos y nos facilitó mucho la vida), pero poco a
poco se le pasó el berrinche y conseguimos jabonarla tranquilitos.
Creo que al final lo disfrutó, porque al sacarla y
envolverla en la toalla se puso otra vez a llorar, (mejor pensar eso que porque
tuviera frío por el cambio de temperatura) Después del baño se quedó super
relajadita y se durmió.
Hoy en día es una profesional de los baños, y los disfruta
muchísimo: juega, chapotea, coge la espuma…ya la bañamos en la bañera grande,
porque en la pequeñita se ponía de pie y se quería fugar jejeje.
¿Recordáis el primer baño de vuestros chiquitines?
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